Con la llegada de la primavera, comienza oficialmente la temporada de bodas. ¿Has recibido una invitación de un buen amigo o familiar y los novios te han pedido que hables durante la ceremonia? Te damos todas las claves para que tu discurso sea un éxito.
Antes de comenzar a pensar que vas a decirles, lo primero y lo más importante es saber que tipo de boda será. No es lo mismo hablar en un ambiente formal que en una ceremonia más distendida. Podéis haceros una idea viendo la invitación que os han dado. Normalmente las invitaciones de boda, son una pista de como será la boda en general. Si la invitación es clásica, es muy probable que el estilo de la boda también lo sea. Aunque lo mejor, es que le preguntéis directamente a los novios, por el tipo de boda que están organizando.
- Lo bueno si breve dos veces bueno. Parece algo obvio, ¿verdad? Pues mucha gente comienza a dar un discurso interminable y comienzan a pasar los minutos y parece que nunca se va a terminar. Mejor decir unas palabras y dejar a la gente con ganas de más, que terminar con el público aburrido bostezando y deseando que se acabe.
- Habla para los novios, pero también para los invitados. Recuerda que no solamente te van a escuchar los novios. Si hablas en clave, o cuentas cosas que solo vosotros entendéis el resto de invitados no podrán entender lo que estás contando. Explica y desarrolla como si de una historia se tratase la anécdota que estás intentando contar. Imagina que lo estás explicando a una persona que te oye por primera vez. De lo contrario, tal vez a los novios le haga mucha gracia la historia, pero el resto no entenderá nada.
- Mantén la cortesía en todo momento. Ten presente que es un día muy importante para los novios, han confiado en ti para que digas unas palabras sobre ellos. No es momento de ridiculizarlos, ni de contar aquella vez que el o ella se cogió una borrachera y se cayó al suelo. Tampoco es momento de hablar de relaciones pasadas. La línea entre contar algo gracioso y ridiculizar a alguien es muy sutil. Si crees que puede ofenderles, no lo cuentes, déjalo para otro momento. Es un día para acompañarles, para hacerles sentir lo importantes que son para nosotros.
- Habla desde el corazón. El corazón tiene razones, que la razón no entiende. Déjate llevar, diles lo importantes que son para ti, habla de su forma de ser, de las cosas que los hacen especiales. Esos pequeños detalles que hacen que tu amigo/a o familiar sea único para ti. Cuando algo se dice con el corazón y sale de dentro, hacen falta pocas palabras para adornarlo.
- Mantén las pautas de una conversación. Es decir, preséntate cuando empieces con tu discurso, explica quien eres y que relación tienes con los novios. Habrá gente que no te conozca. Al terminar, más de lo mismo, despídete antes de finalizar tu discurso. Intenta no hablar demasiado alto, ni demasiado deprisa. Lo mejor ensayar unos días antes, para evitar los nervios de última hora.
- No improvises. Cuando alguien me dice que va a improvisar un discurso, me echo a temblar. Puede que seas fantástico haciendo monólogos con los amigos. Pero salvo que seas Dani Rovira, prepara y escribe tu discurso. Ese día hablarás delante de mucha gente, con un micrófono delante y las emociones a flor de piel. Es importante que imprimas lo que vas a leer y lo lleves impreso lo más presentable posible. Piensa que el papel se verá en las fotografías y en el vídeo de boda. No querrás aparecer con una servilleta de papel y un discurso a boli y con tachones.
Y lo último y lo más importante:
- ¡Disfruta! Al fin y al cabo son tus amigos de siempre, tus familiares, y es un día de fiesta y celebración. Piensa en todos lo s buenos momentos que habéis compartido, en las manos que te han tendido o aquella vez que tanto te consolaron. Se trata de acompañarles y hacer les sentir lo importante que son para vosotros. Y si algo sale mal, te quedas en blanco o te da un ataque de tos, sonríe. Todo quedará en una anécdota que recordar en una tarde de cañas al sol.
