Una vez que habéis decidido que os casáis, y a medida que pasan los días, una no sabe por donde empezar, la verdad. Si lees algunos blog de bodas, te dirán que inmediatamente tienes que comenzar por decidir la temática o los colores de la boda.
Para mi, hay una cosa aún más importante que tenéis que valorar, antes que ninguna otra, ya que muchas otras cosas dependerá sobre todo de esta decisión, el presupuesto.
Antes de buscar restaurante, invitados, colores o temática, lo primero que tenéis que hacer es sentaros y consultad vuestro presupuesto. ¿Disponéis de una cantidad de dinero ahorrado o partís de cero? Ya sabemos que la situación económica hace que hoy en día muchas parejas no tengan nada ahorrado. Si es vuestro caso, no pasa nada, que no cunda el pánico, pero tenéis que ser realistas con vuestra situación y vuestro presupuesto.
Para empezar, podéis fijar la fecha con algo de tiempo para poder ir ahorrando. Tener en cuenta que algunos restaurantes exigen el pago de hasta el ochenta por ciento del banquete con uno o dos meses de antelación a la boda. Mi opinión es que elegir un sitio así no es una buena opción, primero porque tendrás que disponer del cien por cien del precio del banquete y segundo porque si hay algún problema durante la celebración del mismo, ya habéis pagado todo por adelantado. Lo habitual es que deis una señal que dependerá de cada restaurante, y el resto el mismo día de la boda o incluso en algunos sitios unos días después.
Fijar la fecha con antelación os permitirá ir comprando las cosas poco a poco, además que os dará tiempo de sobra para poder hacer vosotros mismos un montón de cosas.
Si sois afortunados y disponéis de ahorros suficientes, podéis organizar una boda en seis meses. El siguiente paso que tenéis que decidir es si queréis casaros por la iglesia o por lo civil. Algunas iglesias tienen lista de espera de hasta dos años, así que tenerlo en cuenta.
Si preferís casaros por lo civil, muchos restaurantes os permiten celebrar la ceremonia, pero no tienen validez legal, salvo que un concejal se desplace al sitio y suele salir caro, unos quinientos euros. Tenéis dos opciones, podéis casaros unos días antes en vuestro ayuntamiento y luego, el día de vuestra boda hacer una ceremonia personalizada. Podéis contratar un oficiante, o bien pedirle algún familiar o amigo que os haga de maestro de ceremonias. La segunda opción es pagar a un concejal de la zona para que la ceremonia sea legal.
Vale, la cosa va tomando forma, así que ahora toca hacer una lista con las personas que queréis que os acompañen en un día tan especial. Volvemos al primer punto, el presupuesto. Contra más invitados, más os subirá el presupuesto. Hoy en día es muy habitual hacer bodas mucho más íntimas con menos de cien invitados. Lo importante sois vosotros, vuestras familia más cercana y vuestros amigos. La prima tercera de tu padre a la que nunca ves, puede ser prescindible. Sino, la lista será interminable.
Si ya habéis puesto fecha, decidido si será por lo civil o religiosa y tenéis la lista de invitados, ya podéis empezar a pensar como queréis que sea vuestra boda soñada. Lo mejor es inspirarse, coger muchas ideas, pero intentar mantener siempre vuestra esencia, sea cual sea. Para eso sois vosotros los novios ¿o no?, y sobre todo, sobre todo, no os olvidéis de disfrutar un montón preparando vuestro gran día.