Hoy en día es muy frecuente que los novios quieran personalizar con una temática sus bodas. Os traigo un tutorial que os puede servir para hacer meseros personalizados con la temática de vuestra boda. Vamos a usar la técnica de transferir imágenes de una fotografía impresa en un folio a un lienzo. Con esta técnica, vamos a conseguir que la imagen quede en el lienzo como si se hubiera pintado. Por lo que el resultado es muy bonito y le da un aire antiguo al cuadro. Quedará perfecto en bodas con temática vintage.
Nuestra boda está diseñada con detalle temáticos de viajes, así que queríamos hacer unos meseros con los nombres de ciudades que tienen un significado especial para nosotros. Esta técnica os puede servir para cualquier otra temática, por ejemplo, hacer meseros con películas, canciones, fotografías de los dos, etc.
Este es el resultado final, una vez que los lienzos están terminados. Como podéis ver, la imagen tiene ese toque envejecido que buscábamos.
Materiales que vamos a necesitar.
- Lienzo del tamaño que se ajuste a la idea que queréis. En nuestro caso los queríamos grandes, así que son de 24 cm x 30 cm. Los podéis encontrar en los chinos facilmente.
- Tres brochas diferentes para o mezclar los distintos productos.
- Pintura en spray del color que os guste o de vuestra boda, para hacer el marco. En mi caso fue pintura dorada. También la encontraréis en los chinos.
- Necesitaréis un producto especial para transferir imágenes al lienzo. Después de probar varios, me quedo con el Foto transfer Potch, que es el que tiene mejor precio y su calidad es buena. Podéis comprarlo aquí.
- Esmalte acrílico para barnizar cuadros, para que os dure la imagen. Lo encontraréis mate o brillo. Yo me quedé con el acabado en mate, me gustaba más.
- La imagen que queráis pasar al lienzo, debe estar impresa con impresión láser. Este detalle es fundamental. No en todas las imprentas tienen este tipo de impresión. La impresión láser es la única que aguanta el agua, sino es impresión láser, al mojarla se levantará toda y no podréis hacerlo. Si vuestra imagen contiene números o palabras, debéis imprimirla en espejo, para que una vez este acabado pueda leerse correctamente.
- Un secador, para secar el producto y no tener que esperar 24 horas.
- Mucha, mucha paciencia.
Pasos para realizar la transferencia de imágenes.
Lo primero vamos a aplicar una generosa capa del producto sobre el folio donde tenemos impresa nuestra imagen. Debéis aplicarlo siempre en el mismo sentido, normalmente de derecha a izquierda si sois diestros. En las indicaciones del fabricante nos indica que apliquemos una sola capa, pero después de mucho probar como mejor queda es aplicando dos capas.
Una vez que hemos aplicado esta capa, debemos dejar secar dos horas al aire o aplicar diez minutos de secador. Deberéis mover el secador por toda la superficie para que seque por igual.
A continuación vamos a pintar en el lienzo un recuadro de unos diez centímetros con la pintura en spray. De esta forma, si se nos levanta un poco la imagen por los bordes, se verá el color que hemos puesto en mi caso, el dorado. No hace falta que quede un cuadrado perfecto.
Para que quede aún mejor, lo rematamos con una brocha. Simplemente, después de pintar el borde, pasamos una brocha seca siguiendo el dibujo del lienzo, así distribuimos mejor la pintura y le da un mejor acabado.
Para terminar con la preparación del lienzo, pintamos el resto de los bordes usando la misma técnica, es decir primero pintamos con el spray y luego rematamos con la brocha.
Dejamos secar un ratito, veréis que esta pintura seca en seguida. Por el tamaño del lienzo que elegimos nosotros, tuvimos que imprimir las imágenes en A3, así que si vuestro caso es ese, necesitaréis recortar la imagen para que coja en el lienzo.
Ahora que nuestra imagen ya está recortada, vamos a aplicar una segunda capa de producto para transferir imágenes a lienzo. En este paso tenéis que ser un poco rápidos. Vamos a aplicar una generosa capa de producto en el mismo sentido y en seguida vamos a colocar nuestro folio encima del lienzo, para que la parte que tiene producto, esté en contacto con el lienzo.
Para evitar que os queden burbujas de aire, presionar con la mano la imagen y después pasar una tarjeta de plástico por toda la superficie para evitar las bolsas de aire que se producen.
Ahora toca esperar a que se seque. Yo os recomiendo que utilicéis mejor el secador. En invierno, por el frío y la humedad no termina de secar bien del todo. Además con el secador alcanza mucha más temperatura y queda mejor. Eso sí, debéis respetar el tiempo de diez minutos al máximo de calor y potencia que tenga vuestro secador. Hay que mover el secador por toda la superficie del lienzo y de vez en cuando podéis volver a pasar la tarjeta para quitar las bolsas de aire que veáis.
Dejamos que se enfríe al aire unos minutos antes de seguir. Y ahora viene el paso que necesitará de toda nuestra paciencia. Deberemos ir mojando el papel comenzando desde el centro y frotando con el dedo despacito, para levantar el papel sobrante.
Es mejor que mojes poco a poco el papel, si te excedes con el agua se puede romper. Con movimientos circulares de dentro hacia los bordes irás levantando el papel.
De vez en cuando, quita con un trapo seco los papelitos que se van quedando al frotar la superficie. Ten paciencia y ve poco a poco. Despacito nuestro lienzo va apareciendo.
Una vez que hayáis quitado todo el papel, vuestra imagen se muestra completamente integrada en el lienzo. Si os fijáis de cerca veréis que se notan los cuadraditos del lienzo, por lo que parece que está pintada sobre él.
El encanto de esta técnica es el efecto envejecido que tiene la imagen y los pequeños desperfectos que le dan ese aire antiguo. Una vez que esté acabada, al dejar secar unos minutos veréis que aparece una especie de velo blanquecino. Eso es que aún quedan restos de papel, así que hay que volver a mojar despacito para quitar esos restos. A mi me gusta el efecto antiguo, así que en algunas zonas, dejé un poco de ese velo, para reforzar la idea de que era una imagen antigua. Como veis en la foto, toda la mesa se llena de papelillos.
Cuando ya tengáis el resultado adecuado, vamos a aplicar una capa de barniz acrílico para cuadros, en mi caso en mate. Esto hará que el cuadro os dure mucho tiempo y lo va a proteger del polvo, del sol o de cualquier imprevisto.
Y ya tenéis acabado vuestro lienzo. Si os decidís a hacer vuestros meseros con esta técnica, mejor que empecéis con tiempo. yo tengo que hacer quince meseros, así que despacito, cuando me apetece, voy haciendo dos o tres a la semana.
Las posibilidades de esta técnica son muy numerosas. Podéis hacer un cuadro con una foto vuestra para regalárselo a vuestras madres, o para decorar una parte del salón. Podéis hacerlo en color, como en mi caso, o en blanco y negro para darle un aspecto más antiguo todavía.
Me queda la foto con un velo blanquecino y no parece ,que sean restos de papel,más bien del producto,casi no se ve la foto.
Solucion
Hola, es muy frecuente que quede una capa blanquecina cuando se seca,eso es debido a que aún no le has quitado suficientemente el papel. Tienes que seguir frotando un poco más. Dale más agua y sigue frotando. Luego si le aplicas un barniz transparente para proteger la foto, desaparece algo el efecto blanquecino. Pero hay frotar bastante, a veces por el agua parece que ya está, pero al secarse vemos que sigue blanquecino. Mándame si quieres una foto y lo miramos. Un saludo