Boda otoñal en La Casa Verde

Aroa y Javi querían una boda elegante y llena de detalles otoñales. La novia quería un look que reflejara su personalidad, y para ello eligió un vestido de Cabotine en encaje. Después le añadió pedrería en las mangas y el escote, consiguiendo potenciar el ya de por si increíble vestido, además de un tocado, un bolso y el velo, todo ello de Carmen Maria Mayz. Los zapatos fueron de Jimmy Choo. En esta ocasión diseñamos un ramo pequeño y delicado, para que no le quitara protagonismo al vestido. Escogimos rosa rojas de Austin y delicadas hojas en tonos dorados. Para el peinado y el maquillaje Aroa escogió a Veronica Calderon.

Aroa y Javi se casaron en la Basílica de San Miguel en el centro de Madrid. La ceremonia fue muy emotiva y familiar.

Después de la ceremonia, la celebración se realizó en La Casa Verde, situada en Torrelodones, una preciosa finca con un interior espectacular y único. Uno de los rincones más especiales del exterior es un pozo, donde colocamos el rincón de bienvenida con nuestra bici vintage de protagonista.

Como Seating plan, colocamos unas maderas, decoradas con brezo en preciosas cestas, dando un aspecto de lo más otoñal..

Para el cóctel Aroa y Javi nos pidieron que montáramos una mesa de quesos, para ello días antes habíamos ido al mercado de la Paz, para elegir los deliciosos quesos que fueron protagonistas. En la decoración platos de pizarra , rodajas de madera, cajas de fruta, damajuanas, calabazas y diferentes tipos de pan, todo acompañado de carteles con los nombres de los diferentes tipos de queso.

En el interior de La Casa Verde montamos una zona chill out, con nuestro sofá Chester, una chimenea dando calidez y cercanía, todo adornado con la temática de la boda, donde las calabazas mini, el musgo y el brezo destacan sobre todo lo demás.

Algo que para los novios era muy especial, era que su perrita estuviera en la boda acompañándoles. Para ello preparamos unos carteles divertidos, para que los luciera durante el cóctel y la cena.

Cuando la novio se quito el velo, nos dimos cuenta de que no traía el segundo tocado para cambiarse, asi que, le improvisamos uno con paniculata blanca, para poder tapar la zona de horquillas.

Como regalo para las madres, diseñamos unas campanas de flor preservada, que eran una réplica del ramo de la novia.

Como no podía faltar, montamos el candy bar con los dulces de Acaramelada, y decoramos la mesa con una cortina de macramé, cajas de fruta y calabazas mini. Acaramelada preparó algunos postres sin gluten para los celíacos.